El antes y el después de una experiencia de placer...

El antes y el después de una experiencia de placer….
Kathia Víquez
Satisfacción fue el sentimiento cuando por primera vez sentí el placer de la lectura de un texto; porque no es lo mismo leer por deber, que leer por placer, es explorar el universo creado por el autor, es viajar.
Un libro nos ayuda a vivir todo aquello que nos es prohibido, plasma aquello que no debe ser olvidado y busca dejar huella para los que quedan cuando ya se ha partido, el escritor con cada palabra deja parte de sí mismo en el papel. El acto de lectura termina siendo un encontrarse con sí mismo por las relaciones que hacemos con nuestra vida; el critico de literatura Barthes, que postuló conceptos como el "del placer del texto" y de éste como "un cuerpo", nos motiva a reflexionar sobre el placer de la lectura, donde el significado de un texto se lo da el lector que enriquece lo que lee con sus interpretaciones, afirma que cada lector reescribe el texto con su lectura.
Louise Marie Rosemblatt dice “El sentido no esta en el texto solo, ni sólo en la mente del lector, sino en la mezcla continúa de ambos”.
Según lo anterior se puede decir que el sentido de la lectura no está previamente determinado por el autor ni completamente fijado en el texto, el sentido nace de la transacción entre el lector y el texto.
El proceso de lectura, por lo tanto, sería producto de la integración entre los antecedentes culturales y sociales del lector, los signos del texto, y la voluntad del lector de producir un sentido coherente y adecuado con dichos signos y los límites que los propios signos imponen.
La literatura tiene vida propia cuando el lector se apropia de sus páginas y quiere encontrar semejanza con sí mismo.
Muchas veces somos los protagonistas del relato, nos atrevemos a ser un Quijote, o ser la Dama atrevida, que no quiere ser más la mujer sumisa y tira el delantal para transformarse en la heroína, la rebelde, la inquisidora de derechos que quiere conquistar nuevos mundos más allá de cambiar pañales, lavar los platos, tender la ropa o tener una cena caliente o algo más…

Porque en los libros se vive la libertad, de pensamiento, de opinión, porque nos encontramos con nosotros mismos, al interiorizar las ideas que nos parecen y desechar las que no…

El libro así se transforma en el amigo del niño, del joven, de la ama de casa, del recluso(a).

Alberto Cañas hablando sobre el ex presidiario José León Sánchez dice así: “Las letras le salvaron y le reivindicaron. Contando esa cantidad de cosas que tiene entre pecho y espalda: tiernas algunas, cómicas otras, tremebundas unas, patéticas las más”.
José León Sánchez al referirse a su obra a la izquierda del Sol, dice “Son cuentos escritos donde solamente habita la sombra, en un calabozo, a la izquierda del sol…”

Si las letras reivindicaron aquel hombre que hoy es reconocido como el autor de la Isla de los hombres solos, aunque esta no fue su única obra, cuanto más pueden hacer las letras por aquellos que están formándose, niños de barrios marginales donde hace falta el pan de cada día, donde a veces no hay esperanza en un nuevo amanecer, el joven o el niño ante todo necesita seguridad, esperanza que puede ofrecer el conocimiento, la única herencia que le puede dar la vida, sus maestros, la Bibliotecóloga desde la Biblioteca Infantil o escolar espacio donde se puede acercar a esta población a la lectura, para ello es necesario ofrecer libros aptos para su edad, sin moralejas que intenten adoctrinarlos como futuros adultos, sino que sean una herramienta para salir del subdesarrollo intelectual y social.
Si la lectura se presenta como un placer, se disfruta por sí mismo y no como una obligación, porque es inútil aconsejar a los niños que lean si sus maestros no lo hacen, es más probable que adquieran el gusto por los libros si imitan a los mayores por eso sería bueno aplicarnos nosotros los adultos la parte del “Juramento de Hipócrates hacia la lectura” que dice así: "Juro por Apolo médico y lector por Asclepio y por Higía y por Panacea y todos los dioses y diosas que leen y seguirán leyendo, poniéndoles por testigos, que cumpliré, según mi capacidad y mi criterio, este juramento y declaración escrita: Trataré al que me haya enseñado este arte como a mis progenitores, y compartiré mi vida con él, y le haré partícipe, si me lo pide, y de todo cuanto le fuere necesario, y consideraré a sus descendientes como a hermanos y les enseñaré este arte, si desean aprenderlo, sin remuneración ni contrato aparte del compartir los libros.
Despertar el placer de ver el libro como una ventana a nuevos mundos, que desarrolle la creatividad del lector, como instrumento de cultura que desarrolla el ciudadano pensante y creativo.

Carmen Ugalde, al respecto opina: “Para ello debe cambiar el modelo educativo imperante en Costa Rica que cumple el papel de la alfabetización, pero no la formación de lectores”. Necesitamos un programa que ayude al estudiante a potenciar sus habilidades mentales, que despierte el interés por la lectura. Porque el país además de ciudadanos productivos, requiere ciudadanos pensantes y creativos.

“La educación no se hace con pizarras, sino con libros”, nos dice Alberto Cañas.

Debemos aspirar a una educación que forma para ser, no para tener; una educación integral, donde niños(as) y jóvenes tengan acceso a la literatura, que esta llegue a todos los hogares costarricenses, para llevar a nuestros niños a buscar independencia a encontrarse así mismos y a crecer interiormente para realizarse.











Bibliografía de Referencia

Sánchez, J.L. (1972) A la izquierda del sol. México: Novaro.

Martínez, F. (20 de abril, 2003) Juan Luque. Por el placer de la lectura. La
Nación: Suplemento Ancora.

Montero, M. (18 de marzo, 2003) Libro plato fuerte. El foro Nacional: Visión
del Libro en Costa Rica hará un inventario de preocupaciones en torno al
tema. La Nación: Suplemento Viva. p.7.

Pellín, blog está orientado a trabajar con los estudiantes de literatura del Cph-
Cja. (2008, 8 de mayo) Roland Barthes. El placer del texto. [en línea]
Recuperado el 08 de mayo, 2008 de:
http://pellin.blogspot.com/2007/08/roland-barthes-por-los-cabros-de.html


Vargas Luna, J.(13 de junio, 2007) Louise M. Rosenblatt y la importancia
del lector en la construcción del sentido de la lectura. [en línea]
Recuperado el 8 de mayo, 2008, de:
http://lectoresnecesarios.blogspot.com/2007/06/louise-m- rosenblatt-y-la- importancia.html.
















Ensayo


El antes y el después de una experiencia de placer….












Comentarios

Kathia ha dicho que…
La lectura también es mi pasión, continue apoyando a los jovénes ticos porque son el futuro del país
Kathia ha dicho que…
QUE DISFRUTE LAS VACACIONES....

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